TEL AVIV / TEHERÁN — El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, confirmó este viernes que su país ejecutó un ataque preventivo contra objetivos estratégicos en Irán, lo que marca una escalada importante en las tensiones regionales. Como medida paralela, el gobierno israelí activó un estado de emergencia especial en todo su territorio.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés) indicaron que el operativo se centró en “objetos militares y nucleares” ubicados en territorio iraní, sin detallar la magnitud del daño ni los puntos específicos atacados.
Desde Teherán, la televisión estatal IRIB reportó que se escucharon fuertes explosiones en distintas zonas de la capital iraní durante la madrugada. Hasta el momento, las autoridades locales no han esclarecido el origen de las detonaciones, ni se ha confirmado si hay víctimas o daños materiales relevantes.
Estados Unidos se deslinda del ataque
En un comunicado oficial, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, negó cualquier tipo de participación o apoyo logístico por parte del gobierno estadounidense en la operación militar israelí. “Estados Unidos no ha tenido ninguna intervención directa o indirecta en los hechos ocurridos esta madrugada en Irán”, señaló Rubio.
La acción militar se produce en un contexto de creciente tensión entre Israel e Irán, marcado por intercambios de amenazas, movimientos militares en la región y preocupaciones internacionales sobre la seguridad en Medio Oriente.
Alerta global y posibles repercusiones
Analistas internacionales advierten que este tipo de acciones podrían desencadenar una reacción en cadena con consecuencias impredecibles para la estabilidad regional. Mientras tanto, varios países monitorean de cerca la situación y evalúan posibles escenarios de escalada.
Israel ha reforzado su seguridad fronteriza y activado protocolos especiales de defensa civil, instando a la población a mantenerse informada y seguir las indicaciones de las autoridades locales.
Este nuevo episodio marca un punto crítico en la ya volátil relación entre ambas naciones, con implicaciones geopolíticas que podrían involucrar a actores clave en la región y a potencias globales.
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