El siniestro del Boeing 787-8 dejó al menos 265 muertos, incluidos pasajeros y personas en tierra
NUEVA DELHI — El Gobierno de la India ha iniciado una investigación formal sobre el devastador accidente aéreo ocurrido el jueves en Ahmedabad, en el que un avión de Air India se estrelló poco después del despegue, dejando al menos 265 muertos, entre ellos 241 personas a bordo y otras en tierra. El ministro de Aviación Civil, Ram Mohan Naidu, confirmó este viernes que la Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos ha activado el protocolo establecido por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
El accidente, considerado la peor tragedia aérea en lo que va del año en la India, involucró a un Boeing 787-8 Dreamliner con matrícula AI171 y 12 años de antigüedad, que cayó desde una altitud de apenas 825 pies tras despegar. La aeronave se estrelló contra las instalaciones del B J Medical College, provocando una enorme explosión, daños estructurales y numerosas víctimas entre estudiantes, médicos y residentes.
Un comité multidisciplinario evaluará causas y medidas preventivas
El ministro anunció que se está conformando un comité de alto nivel con expertos en aviación, seguridad, ingeniería y medicina forense para realizar un análisis exhaustivo del siniestro. “Este comité trabajará para reforzar la seguridad aérea y prevenir este tipo de incidentes en el futuro”, publicó Naidu en su cuenta oficial en X.
Mientras tanto, autoridades locales indicaron que al menos 265 cuerpos han sido trasladados al hospital gubernamental de Ahmedabad. Debido a la magnitud del desastre y a las condiciones de los restos, los forenses deberán realizar pruebas de ADN para identificar a las víctimas, por lo que el número final de fallecidos podría variar en los próximos días.
El único sobreviviente es un ciudadano británico de origen indio
Según confirmó Air India, el vuelo transportaba a 169 ciudadanos indios, 53 británicos, siete portugueses, un canadiense, dos pilotos y 10 tripulantes de cabina. De los 242 ocupantes, 241 fallecieron y solo una persona logró sobrevivir: un ciudadano británico de origen indio, quien se encuentra hospitalizado y en condición crítica.
La aerolínea expresó en un comunicado su pesar por la tragedia y afirmó estar colaborando plenamente con las autoridades. “Lamentamos profundamente la pérdida de vidas humanas y extendemos nuestras más sinceras condolencias a las familias afectadas”, indicó la compañía.
Vídeos muestran el descenso y explosión del avión
Imágenes captadas por testigos muestran al avión volando a muy baja altura y luchando por ganar altitud antes de precipitarse al suelo y estallar en una gigantesca bola de fuego. Partes del fuselaje quedaron esparcidas por todo el campus del B J Medical College, donde además se reportan al menos 50 heridos, varios de ellos en estado grave.
La Federación de Asociaciones Médicas de la India informó que una persona murió dentro de las instalaciones del hospital universitario, mientras que cinco estudiantes de medicina y cuatro familiares de médicos residentes continúan desaparecidos.
Compensación económica del Grupo Tata a familiares de las víctimas
El conglomerado Tata Group, propietario de Air India, anunció que otorgará una compensación de 10 millones de rupias (aproximadamente 116.854 dólares estadounidenses) a cada familia de las víctimas mortales. La empresa también ofreció asistencia psicológica, legal y logística a los familiares para afrontar las consecuencias del desastre.
Las autoridades aún investigan las causas técnicas del accidente, mientras analizan la caja negra ya recuperada en la parte trasera del avión. Se espera que los datos extraídos ayuden a esclarecer las circunstancias que llevaron a la pérdida de control del aparato minutos después del despegue.
Este trágico episodio pone nuevamente en el centro del debate la seguridad aérea en la región y plantea serios cuestionamientos sobre los procedimientos de mantenimiento, la gestión del tráfico aéreo y la preparación ante emergencias en aeropuertos densamente poblados como el de Ahmedabad.
