Walmart enfrenta boicot nacional por retrocesos en políticas de diversidad e inclusión

 Walmart se encuentra en el centro de una nueva ola de boicots impulsada por consumidores que denuncian recortes en las políticas corporativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI, por sus siglas en inglés), acusaciones de codicia empresarial y subas injustificadas de precios. La acción, organizada por el grupo activista The People's Union, comenzó el 20 de mayo y se extenderá hasta el 26 de mayo, involucrando a todas las tiendas físicas y en línea de Walmart, incluyendo Sam's Club y marcas privadas como Great Value y Equate.

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Walmart enfrenta boicot nacional


El origen del boicot y su expansión

John Schwarz, fundador de The People's Union, lidera esta serie de protestas económicas que ganaron notoriedad tras un apagón comercial de un día realizado el pasado 28 de febrero. Desde entonces, la organización ha coordinado boicots semanales contra grandes corporaciones, incluyendo Amazon y Nestlé, como parte de una estrategia sostenida que apunta a intensificarse hasta el 4 de julio.

En una publicación realizada el 20 de mayo, Schwarz instó a los consumidores a no comprar en Walmart, criticando los aumentos de precios en medio de tarifas arancelarias y señalando que la compañía debería absorber los costos en lugar de trasladarlos a los consumidores. "Después de registrar ganancias récord y aprovechar ventajas fiscales, Walmart quiere seguir subiendo los precios, como si no estuvieran ya acumulando miles de millones", expresó.

Walmart responde a las críticas

Ante las consultas de los medios, un portavoz de Walmart remitió a una declaración emitida previamente durante otro boicot en abril. La compañía defendió su rol económico, destacando su condición de uno de los mayores contribuyentes corporativos del país y subrayando su impacto positivo en las comunidades a través de la creación de empleos, el crecimiento de proveedores y donaciones que superan los 1.700 millones de dólares.

"Seguimos comprometidos con ganarnos la confianza de todos los estadounidenses y apoyar causas que unen y fortalecen a las comunidades que dependen de nosotros cada día", sostuvo la empresa.

Más allá de Walmart: una tendencia creciente

La protesta contra Walmart no ocurre en un vacío. Grupos similares han lanzado campañas contra otras cadenas como Target, acusándolas también de abandonar compromisos previamente asumidos con programas de DEI. Este fenómeno refleja una tensión creciente entre sectores del consumidor que exigen responsabilidad social y empresas que ajustan sus políticas en medio de cambios políticos y económicos.

Un movimiento en crecimiento

The People's Union planea continuar con estas acciones hasta el 4 de julio, fecha en la que anuncian una intensificación de las medidas. La serie de boicots representa un desafío directo a grandes corporaciones, con un mensaje claro: los consumidores están dispuestos a utilizar su poder adquisitivo para exigir cambios concretos.

La presión sobre Walmart y otras empresas marca un momento de fricción entre la rentabilidad empresarial y las expectativas sociales. Mientras el movimiento gana impulso, los próximos meses serán clave para observar cómo responden las marcas frente a este tipo de activismo económico.

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