SACRAMENTO, California – En un hecho que ha dejado consternada a la comunidad salvadoreña en Estados Unidos, una familia de El Salvador ha presentado una demanda contra la funeraria La Paz de Sacramento, alegando que el cuerpo equivocado fue repatriado en lugar del de su ser querido, Francisco Quintanilla. Este caso ha generado un gran debate sobre la responsabilidad de las funerarias en el manejo de los restos humanos y la importancia de la correcta identificación en los procesos de repatriación.
Una experiencia traumática para la familia Quintanilla
El abogado de los demandantes, Rob Marcereau, ha compartido los detalles impactantes de esta experiencia. Según sus declaraciones, al abrir el ataúd durante el funeral en El Salvador, la familia encontró un cuerpo que no correspondía al de Francisco Quintanilla.
- Francisco Quintanilla, originario de El Salvador, residía en Sacramento, donde trabajó durante años como campesino y apicultor.
- El hombre falleció a los 76 años el 7 de noviembre de 2024 tras sufrir un derrame cerebral.
- La familia Quintanilla contrató los servicios de la funeraria La Paz, especializada en la repatriación de cuerpos a países de América Latina.
Incidentes y lapsos de tiempo confusos
De acuerdo con la demanda interpuesta, el 6 de diciembre, la familia llevó a cabo el funeral de Francisco en El Salvador; sin embargo, el ataúd que llegó provenía de la funeraria, pero contenía el cuerpo equivocado. La funeraria, según se indica, no tenía información sobre el paradero de los restos de Quintanilla, lo que dejó a la familia en un estado de angustia e incertidumbre.
Marcereau menciona que fue solo dos semanas después que el cuerpo de Francisco finalmente arribó a El Salvador; sin embargo, al abrir el ataúd, la familia descubrió que el estado de descomposición del cuerpo era avanzado, lo que añadió un elemento de dolor y sufrimiento a su pérdida.
Buscando justicia y reparación
A través de esta demanda, la familia Quintanilla no solo está buscando recuperar el dinero desembolsado para la repatriación de su ser querido, sino que también exigen una compensación por los daños emocionales sufridos. Este caso ha puesto de relieve la necesidad de una mayor regulacion y supervisión en la industria funeraria, especialmente en lo que respecta a la identificación y el manejo de los cuerpos en situaciones de repatriación.
TELEMUNDO ha intentado obtener comentarios de la funeraria La Paz, pero el único empleado presente en la oficina manifestó no tener información sobre los hechos descritos en la demanda. Este silencio por parte de la empresa ha generado aún más frustración en la familia y los allegados a Francisco Quintanilla.
Reflexiones sobre la repatriación de cuerpos
Este caso subraya la importancia de la comunicación clara y la precisión en los procesos funerarios, y lo fundamental que es para las familias poder despedirse de sus seres queridos de manera digna y respetuosa. Las expectativas de la familia Quintanilla de poder realizar un funeral adecuado se vieron frustradas, dejando un vacío emocional que ahora buscan sanar a través de la justicia.