En declaraciones a los medios este lunes 18 de julio, el Prelado señaló que esa mañana se había reunido con la Alianza Pueblo Unido por la Vida, la cual mostró su disponibilidad para aceptar a la Iglesia como facilitadora y de sentarse en una mesa única con otros actores.
Asimismo, a través de un comunicado, la Oficina de Comunicación y Prensa de la Arquidiócesis de Panamá precisó que “el equipo facilitador y las organizaciones que integran la Alianza Pueblo Unido por la Vida coincidieron en la necesidad de un acuerdo entre los diferentes liderazgos, y que se haga lo más pronto posible”.
La Alianza Pueblo Unido está conformada por varias instituciones de trabajadores, docentes, personal de salud, entre otros, que han estado protestando por la reducción de los precios del combustible, alimentos básicos, medicinas y electricidad. De igual manera solicitan más inversión en educación y aumento de salarios.
Mons. Ulloa también expresó que tiene diálogo fluido con el Poder Ejecutivo, al que presentará la disponibilidad para establecer una mesa única de solución de conflictos.
Finalmente, el Arzobispo de Panamá enfatizó que “aquí nadie puede llevarse ningún trofeo, el que puede levantar un trofeo es Panamá y todos los panameños, y eso lo tenemos que tener bien claro”.
Acuerdos paralelos del gobierno
De acuerdo al diario local La Prensa, el fin de semana el Gobierno llegó a acuerdos con algunos gremios que encabezan las manifestaciones. Esto se habría dado fuera de la mesa de diálogo que impulsa la Iglesia Católica.
El Ejecutivo firmó un acuerdo con líderes de la comarca Ngäbe Buglé, fijando el precio de combustible a 3.30 balboas (3.30 dólares). Sin embargo, el trato no fue aceptado por todos los indígenas.
Más adelante, con la Alianza Nacional por los Derechos de los Pueblos (Anadepo), el gobierno acordó un compromiso para que el costo del balón de combustible se fije en 3.25 balboas a partir del lunes 18. Mientras, la asociación levantaría el bloqueo de carreteras.
No obstante, esta mañana integrantes de Anadepo rompieron públicamente el acuerdo que se tenía con el Ejecutivo. Mientras tanto, continúan las protestas y los bloqueos de carreteras.