La Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat presenta la exposición Marcelo Pombo, un artista del pueblo. Se exhiben un conjunto de obras del artista creadas entre la década del 80, sus inicios, y la actualidad. La muestra podrá visitarse hasta el 16 de agosto de 2015 en Olga Cossettini 141, Puerto Madero, Ciudad de Buenos Aires.
La exposición se presenta a través de siete núcleos basados en los distintos lenguajes que el artista adoptó en su carrera. “Las mujeres y sus técnicas de bricolaje, los niños y niñas alienados por la seducción de la publicidad, los pobres y sus ilusiones, los artesanos y sus obsesiones, los jóvenes rebeldes y sus fetiches y los artistas conservadores o provincianos han sido las comunidades con las que Pombo eligió identificarse y establecer alianzas, y que fueron configurando tanto su lenguaje artístico como su política”.
“Son estas alianzas las que han transformado a Pombo en lo que aquí denominamos “un artista del pueblo”, entendiendo al “pueblo” no en su acepción heroica (pueblo masculino, trabajador y militante), sino como un pueblo femenino o infantil, sin representación pública y sin horizonte de cambio o emancipación.” "El programa que viene desarrollando Marcelo Pombo desde mediados de la década de 1980 propone una comunión estética y emocional con los procedimientos, lenguajes y materiales de las llamadas “artes menores” y de los grupos sociales que están más devaluados en las jerarquías sociales y estéticas”. Según expresa Katzenstein.
La muestra incluye obras de artistas invitados que comparten los mismos intereses que Pombo: Benito Laren, Fernanda Laguna, Alfredo Londaibere, Miguel Harte, Jorge Gumier Maier, Pablo Suárez, Alberto Goldenstein y Omar Schiliro. Acompaña la exposición un catálogo con textos de Inés Katzenstein, Mariana Cerviño, Claudio Iglesias, Marcelo Pombo y Florencia Qualina. Las obras del catálogo están ordenadas siguiendo el criterio de los siete núcleos que componen la exposicíon y que refieren a distintos lenguajes de adopción con las que trabajó Pombo durante su trayectoria: Devoción (nene/nena), Retrato del artista como adolescente (punk), Bricoleur, Un realismo cándido (Nac & Pop), Excéntricos y olvidados, Artesano y Alucinaciones y libido (dibujos).
Sobre Marcelo Pombo. Nace en Buenos Aires en 1959. Crece en una casa sobre la calle Arribeños, en Núñez. Tempranamente su madre advierte su interés por el arte y, a los ocho años, lo lleva al Taller de la Flor. Allí dibuja, hace cerámica, tapices en batik y esmalte sobre metales. En 1973 su familia debe mudarse a una vivienda modesta ubicada frente a la estación de trenes de la localidad de Virreyes, en la zona norte del Gran Buenos Aires. En 1974, a partir de la prohibición de la novela The Buenos Aires Affair, descubre al escritor Manuel Puig, que se transformará en uno de sus primeros referentes intelectuales, por su estética pop y su abordaje frontal de la homosexualidad.
Al terminar el colegio secundario ingresa a la Escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón, pero solo asiste durante un mes. “Era una época horrible. Aquello era un páramo de desolación”, señaló.
Al inicio de la Guerra de Malvinas, Pombo viaja a San Pablo, Brasil, sin una finalidad específica y con algunos contactos que le proporciona su amiga y mentora Monique Altschul. En esta ciudad vivirá durante varios meses, cruciales para su manera de conectar la homosexualidad con un ambiente político y cultural específico.
En 1984 inicia una relación de amistad con el artista y periodista Jorge Gumier Maier, que en esos años escribía una columna sobre disidencias sexuales en la revista El Porteño. En 1985 comienza a trabajar como profesor de artes plásticas en una escuela para adolescentes discapacitados en el barrio de Núñez. “Me enamoro perdidamente de los discapacitados mentales –dice Pombo–; me parecen seres de una espiritualidad muy alta; empiezo a idealizarlos y diría que gracias a ellos empiezo a trabajar seriamente en mi obra por primera vez […]En 1986 comienza a cursar el profesorado especial en discapacitados mentales y a trabajar como docente en colegios especiales estatales en zonas carenciadas del Gran Buenos Aires. Con el fin de exponer en el Centro Cultural Recoleta, su amigo Gumier Maier le presenta a Osvaldo Giesso, entonces director de la institución, quien le sugiere asistir a la clínica de arte brindada allí por Pablo Suárez, Luis Wells y Kenneth Kemble. Allí conoce al artista Pablo Suárez, que se transformará en otro de sus mentores intelectuales. En 1987 expone individualmente por primera vez en el Espacio Joven del Centro Cultural Recoleta. En 1989 lo hace en el Centro Cultural Ricardo Rojas, y su curador, Jorge Gumier Maier, escribe el prólogo de la muestra. Entre el 11 y el 30 de diciembre de ese año tiene lugar en el Rojas la primera de una serie de tres exhibiciones que efectuará junto a Pablo Suárez y Miguel Harte.
Durante los 90, realiza varias exposiciones individuales en el Centro Cultural Ricardo Rojas y participa de las dos muestras colectivas que sintetizaban lo sucedido en esa institución, curadas por Jorge Gumier Maier: El Rojas presenta: Algunos artistas, 1992, y El Tao del arte, 1997. Asimismo, interviene de manera central en el debate sobre la posición ética del arte en la sociedad que se inicia en la mesa redonda sobre “arte light” de 1993, en la que Pombo afirma: “Yo trato de hacer cosas lindas con la parte del mundo que me parece horrible”. En 1996 realiza su primera exposición individual en la galería Ruth Benzacar. Hacia finales de la década del 90 comienza a concentrar su trabajo en el formato pintura: el esmalte sobre panel será la técnica que depurará hasta constituir uno de sus ejes estilísticos distintivos. A partir de entonces y durante los años 2000, afianzará su carrera en la costa oeste norteamericana, realizando una exposición por año, ya sea individual o colectiva.
En 2008, en el Museo Castagnino-Macro de Rosario actúa como curador y artista de Nuevos artistas del Grupo Litoral, un proyecto de exposición que proponía enlazar, a través de rasgos estilísticos y poéticos comunes, su propia obra con las de integrantes del Grupo Litoral, activo en Rosario durante la década del 50, y con las de otros artistas ajenos al grupo. En 2010 comienza a ejercer la docencia como profesor invitado en el Departamento de Arte de la Universidad Torcuato Di Tella, donde llevará adelante dos talleres –titulados “Excursiones” y “Cómo construir un museo al costado de la ruta”– centrados en abordar a contrapelo el arte argentino a través de la obra de artistas marginales y de historias periféricas respecto del canon de lo consagrado. Visita con sus alumnos casas de subastas, depósitos de museos y monumentos públicos. Desde esos espacios traza lecturas que revisan la construcción de las tradiciones y jerarquías en la historia de las imágenes. Entre 2012 y 2014 desarrolla en la red social flickr.com un museo virtual titulado Museo de Arte Argentino Regional, en el que “colecciona” obras de artistas olvidados de distintas épocas, homenajeándolas a través de intervenciones en Photoshop. En 2013 lleva a cabo la muestra Los duendes del campo decoraron el patrimonio durante la noche, con piezas de la colección del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad Nacional del Litoral, en Santa Fe. Allí, Pombo profundiza su investigación sobre capital cultural, tradición y coleccionismo por medio de una operación que es al mismo tiempo instalación, curaduría y obra de arte. Interviene los muros de la sala de exposición con choclos secos pintados, stickers y moños, sobre las obras de los artistas Mele Bruniard, César Fernández Navarro, Carlos Fossatti y Vilma Turconi.
Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat.
Olga Cossettini 141, Puerto Madero, Ciudad de Buenos Aires. Argentina
Horarios: martes a domingos de 12 a 20 hs. Lunes cerrado. Ingreso hasta media hora antes del cierre.
Visitas guiadas a la Colección permanente: martes a domingos a las 15 y a las 17 hs. (www.coleccionfortabat.org.ar)
netmedia argentina.
La exposición se presenta a través de siete núcleos basados en los distintos lenguajes que el artista adoptó en su carrera. “Las mujeres y sus técnicas de bricolaje, los niños y niñas alienados por la seducción de la publicidad, los pobres y sus ilusiones, los artesanos y sus obsesiones, los jóvenes rebeldes y sus fetiches y los artistas conservadores o provincianos han sido las comunidades con las que Pombo eligió identificarse y establecer alianzas, y que fueron configurando tanto su lenguaje artístico como su política”.
“Son estas alianzas las que han transformado a Pombo en lo que aquí denominamos “un artista del pueblo”, entendiendo al “pueblo” no en su acepción heroica (pueblo masculino, trabajador y militante), sino como un pueblo femenino o infantil, sin representación pública y sin horizonte de cambio o emancipación.” "El programa que viene desarrollando Marcelo Pombo desde mediados de la década de 1980 propone una comunión estética y emocional con los procedimientos, lenguajes y materiales de las llamadas “artes menores” y de los grupos sociales que están más devaluados en las jerarquías sociales y estéticas”. Según expresa Katzenstein.
La muestra incluye obras de artistas invitados que comparten los mismos intereses que Pombo: Benito Laren, Fernanda Laguna, Alfredo Londaibere, Miguel Harte, Jorge Gumier Maier, Pablo Suárez, Alberto Goldenstein y Omar Schiliro. Acompaña la exposición un catálogo con textos de Inés Katzenstein, Mariana Cerviño, Claudio Iglesias, Marcelo Pombo y Florencia Qualina. Las obras del catálogo están ordenadas siguiendo el criterio de los siete núcleos que componen la exposicíon y que refieren a distintos lenguajes de adopción con las que trabajó Pombo durante su trayectoria: Devoción (nene/nena), Retrato del artista como adolescente (punk), Bricoleur, Un realismo cándido (Nac & Pop), Excéntricos y olvidados, Artesano y Alucinaciones y libido (dibujos).
Sobre Marcelo Pombo. Nace en Buenos Aires en 1959. Crece en una casa sobre la calle Arribeños, en Núñez. Tempranamente su madre advierte su interés por el arte y, a los ocho años, lo lleva al Taller de la Flor. Allí dibuja, hace cerámica, tapices en batik y esmalte sobre metales. En 1973 su familia debe mudarse a una vivienda modesta ubicada frente a la estación de trenes de la localidad de Virreyes, en la zona norte del Gran Buenos Aires. En 1974, a partir de la prohibición de la novela The Buenos Aires Affair, descubre al escritor Manuel Puig, que se transformará en uno de sus primeros referentes intelectuales, por su estética pop y su abordaje frontal de la homosexualidad.
Al terminar el colegio secundario ingresa a la Escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón, pero solo asiste durante un mes. “Era una época horrible. Aquello era un páramo de desolación”, señaló.
Al inicio de la Guerra de Malvinas, Pombo viaja a San Pablo, Brasil, sin una finalidad específica y con algunos contactos que le proporciona su amiga y mentora Monique Altschul. En esta ciudad vivirá durante varios meses, cruciales para su manera de conectar la homosexualidad con un ambiente político y cultural específico.
En 1984 inicia una relación de amistad con el artista y periodista Jorge Gumier Maier, que en esos años escribía una columna sobre disidencias sexuales en la revista El Porteño. En 1985 comienza a trabajar como profesor de artes plásticas en una escuela para adolescentes discapacitados en el barrio de Núñez. “Me enamoro perdidamente de los discapacitados mentales –dice Pombo–; me parecen seres de una espiritualidad muy alta; empiezo a idealizarlos y diría que gracias a ellos empiezo a trabajar seriamente en mi obra por primera vez […]En 1986 comienza a cursar el profesorado especial en discapacitados mentales y a trabajar como docente en colegios especiales estatales en zonas carenciadas del Gran Buenos Aires. Con el fin de exponer en el Centro Cultural Recoleta, su amigo Gumier Maier le presenta a Osvaldo Giesso, entonces director de la institución, quien le sugiere asistir a la clínica de arte brindada allí por Pablo Suárez, Luis Wells y Kenneth Kemble. Allí conoce al artista Pablo Suárez, que se transformará en otro de sus mentores intelectuales. En 1987 expone individualmente por primera vez en el Espacio Joven del Centro Cultural Recoleta. En 1989 lo hace en el Centro Cultural Ricardo Rojas, y su curador, Jorge Gumier Maier, escribe el prólogo de la muestra. Entre el 11 y el 30 de diciembre de ese año tiene lugar en el Rojas la primera de una serie de tres exhibiciones que efectuará junto a Pablo Suárez y Miguel Harte.
Durante los 90, realiza varias exposiciones individuales en el Centro Cultural Ricardo Rojas y participa de las dos muestras colectivas que sintetizaban lo sucedido en esa institución, curadas por Jorge Gumier Maier: El Rojas presenta: Algunos artistas, 1992, y El Tao del arte, 1997. Asimismo, interviene de manera central en el debate sobre la posición ética del arte en la sociedad que se inicia en la mesa redonda sobre “arte light” de 1993, en la que Pombo afirma: “Yo trato de hacer cosas lindas con la parte del mundo que me parece horrible”. En 1996 realiza su primera exposición individual en la galería Ruth Benzacar. Hacia finales de la década del 90 comienza a concentrar su trabajo en el formato pintura: el esmalte sobre panel será la técnica que depurará hasta constituir uno de sus ejes estilísticos distintivos. A partir de entonces y durante los años 2000, afianzará su carrera en la costa oeste norteamericana, realizando una exposición por año, ya sea individual o colectiva.
En 2008, en el Museo Castagnino-Macro de Rosario actúa como curador y artista de Nuevos artistas del Grupo Litoral, un proyecto de exposición que proponía enlazar, a través de rasgos estilísticos y poéticos comunes, su propia obra con las de integrantes del Grupo Litoral, activo en Rosario durante la década del 50, y con las de otros artistas ajenos al grupo. En 2010 comienza a ejercer la docencia como profesor invitado en el Departamento de Arte de la Universidad Torcuato Di Tella, donde llevará adelante dos talleres –titulados “Excursiones” y “Cómo construir un museo al costado de la ruta”– centrados en abordar a contrapelo el arte argentino a través de la obra de artistas marginales y de historias periféricas respecto del canon de lo consagrado. Visita con sus alumnos casas de subastas, depósitos de museos y monumentos públicos. Desde esos espacios traza lecturas que revisan la construcción de las tradiciones y jerarquías en la historia de las imágenes. Entre 2012 y 2014 desarrolla en la red social flickr.com un museo virtual titulado Museo de Arte Argentino Regional, en el que “colecciona” obras de artistas olvidados de distintas épocas, homenajeándolas a través de intervenciones en Photoshop. En 2013 lleva a cabo la muestra Los duendes del campo decoraron el patrimonio durante la noche, con piezas de la colección del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad Nacional del Litoral, en Santa Fe. Allí, Pombo profundiza su investigación sobre capital cultural, tradición y coleccionismo por medio de una operación que es al mismo tiempo instalación, curaduría y obra de arte. Interviene los muros de la sala de exposición con choclos secos pintados, stickers y moños, sobre las obras de los artistas Mele Bruniard, César Fernández Navarro, Carlos Fossatti y Vilma Turconi.
Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat.
Olga Cossettini 141, Puerto Madero, Ciudad de Buenos Aires. Argentina
Horarios: martes a domingos de 12 a 20 hs. Lunes cerrado. Ingreso hasta media hora antes del cierre.
Visitas guiadas a la Colección permanente: martes a domingos a las 15 y a las 17 hs. (www.coleccionfortabat.org.ar)
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