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Donald Trump arremete contra Elon Musk |
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió este viernes al referirse con dureza a su exaliado Elon Musk, asegurando que el magnate tecnológico “perdió la cabeza” y que, pese a los intentos de contacto por parte del CEO de Tesla y SpaceX, no tiene interés en retomar el diálogo por el momento.
Las declaraciones se producen apenas un día después de que ambos protagonizaran una ruptura pública que generó revuelo en los círculos políticos y empresariales. Trump, quien busca regresar a la Casa Blanca en las elecciones de noviembre, dejó en claro que no está “particularmente interesado” en reunirse o conversar con Musk, a pesar de que este habría expresado su deseo de acercarse nuevamente tras el cruce mediático.
Un quiebre en una relación estratégica
Hasta hace poco, Trump y Musk mantenían una relación marcada por elogios mutuos y una agenda en común en temas como la libertad de expresión en redes sociales, la oposición a ciertas políticas regulatorias y un enfoque disruptivo frente al establishment político y mediático. Sin embargo, ese entendimiento parece haberse fracturado de manera definitiva.
Aunque no trascendieron los detalles específicos del desacuerdo, fuentes cercanas a ambos aseguran que las diferencias crecieron en torno a temas de gobernanza tecnológica, posicionamientos políticos y expectativas de respaldo mutuo de cara a las elecciones presidenciales de 2025.
La reacción de Musk: silencio público y gestiones privadas
Tras las declaraciones de Trump, Elon Musk no emitió comentarios directos en sus plataformas habituales. Sin embargo, fuentes cercanas al empresario indican que estaría intentando bajar el tono del conflicto y buscar un nuevo canal de comunicación con el líder republicano. No obstante, la respuesta de Trump fue tajante.
“Creo que perdió la cabeza”, dijo el exmandatario ante la prensa. “Quiere hablar conmigo, pero no estoy interesado, al menos por ahora. Hay cosas más importantes en juego”, agregó.
Repercusiones en el ámbito político y empresarial
La tensión entre Trump y Musk ocurre en un momento clave de la campaña presidencial y podría tener implicancias tanto en el mundo corporativo como en el panorama político estadounidense. Musk, con una base de seguidores influyente y activos digitales como X (ex Twitter), se ha convertido en una figura con peso en el debate público.
Analistas advierten que una ruptura definitiva podría empujar a Musk a tomar una postura más activa en contra de Trump o, por el contrario, alinearse con otros candidatos que representen una visión alternativa del conservadurismo estadounidense.
Un distanciamiento que redefine alianzas
El cortocircuito entre Trump y Musk marca una nueva etapa en las alianzas estratégicas dentro de la política y la tecnología en Estados Unidos. La cercanía entre poder político y grandes empresarios, que fue una constante durante la presidencia republicana, enfrenta ahora un posible reordenamiento ante el inicio formal de la campaña electoral.
En un ecosistema donde las redes sociales, la inteligencia artificial y la influencia digital son claves, el quiebre entre dos de las figuras más visibles del escenario público norteamericano podría tener consecuencias que trascienden lo personal.